Esta particular historia de amor ocurre en el cementerio argentino de Dos de Mayo, donde Adriana, la esposa, duerme junto a los restos de Sergio “Checho” Yede, que falleció el 16 de junio del 2010.
Checho era muy conocido en Dos de Mayo, aficionado a la mecánica, que ante la falta de trabajo decidió viajar a Buenos Aires y fue a trabajar en una quinta donde conoció a Adriana.
Ella era de otra clase social, pero quedó encantada con Checho, un muchacho joven rubio y con buena presencia.
Pese a las diferencias económicas entablaron una intensa relación, y acabaron casándose. Hasta aquí una bonita historia de amor. Pero todo terminó trágicamente cuando él decidió quitarse la vida de un disparo.
Cuando el cuerpo del joven llegó a Dos de Mayo se hizo una pequeña caravana con bocinazos y cohetes por el casco urbano para posteriormente ofrecer un refrigerio frente al nicho que guardaría su reposo eterno.
Además hizo construir el panteón con todas las comodidades y desde hace un año y medio religiosamente cada dos meses llega hasta Dos de Mayo para pasar dos, tres y hasta cuatro noches durmiendo junto al féretro de su esposo.
Según comentaron los vecinos del camposanto, la señora había pasado las últimas fiesta de Navidad y Año Nuevo en el lugar, donde puso un árbolito tradicional y hasta llegó a tirar cohetes.
Es tan fuerte su amor que hasta habría llegado a comprar un terreno frente al cementerio para empezar a construir una vivienda.
Pero ahora las autoridades le han comunicado que sólo puede acudir al cementerio en el horario de visitas, y que no podrá quedarse por la noche en el camposanto.