Muchas de nuestras ciudades se asientan sobre antiguos cementerios, sus habitantes no son conscientes de ello, porque no se sabe la localización exacta de las antiguas necrópolis. Algunos de los restos de estas necrópolis han sido descubiertos cuando se realizaban excavaciones para obras de infraestructuras en las ciudades.
En Aragón hay dos ejemplos , el último de ellos en Tauste, donde un grupo de investigadores han hallado doce tumbas musulmanas con restos óseos de ocho individuos adultos y cuatro niños en una excavación realizada en el patio de una vivienda bajo la que se situaba, ya desde el siglo VIII, un cementerio perteneciente una necrópolis de gran extensión.
Calatayud es otro ejemplo, donde se descubrieron necrópolis de musulmanes y de judíos, y que en la actualidad forman parte del casco urbano de la ciudad. En Fuente de Ocho Caños de Calatayud,se hallaron
abundantes enterramientos de población judía durante la Edad Media, bajo los que los arqueólogos encontraron también decenas de sepulturas de musulmanes.