Investigadores de la Universidad de Stirling, en Escocia, aseguran que una simple caminata tranquila puede ser un componente importante a la hora de combatir algunos síntomas de la depresión, un trastorno mental que afecta a una de cada diez personas a lo largo de su vida.
La ventaja de caminar es que “la mayoría de personas puede hacerlo fácilmente, genera poco o ningún coste económico y es relativamente fácil de incorporar a la rutina diaria”.
No obstante, todavía debe investigarse esta potencial terapéutico del tradicional paseo ya que, según apuntan, todavía hay preguntas abiertas sobre la duración y la rapidez en que se debe hacer ese ejercicio, además de si ha de realizarse en lugares cerrados o abiertos.
Hacer ejercicio con otros puede tener incluso un mayor impacto, pues brinda una oportunidad de socializar, simplemente reír y disfrutar una pausa de la familia y el trabajo”