Julio Asensio Villoria
D.E.P
Julio, hermano, nos dejas con una inmensa tristeza. Nunca imagine que te irias de nuestro lado tan pronto. Siempre había sonado con envejecer compartiendo aventuras contigo y con nuestro hermano José Luis. Tal y como hacíamos cuando éramos pequeños. Tú y José Luis siempre fuisteis mis héroes, esos hermanos mayores que me cuidaban y ensenaban tantas cosas. Me acuerdo de cuando me enseñabas llaves de judo en la playa…tienes que aprender a caer me decías… y que verdad era y no solo en judo. También me acuerdo cuando íbamos al monte juntos a recoger manzanas o cuando me llevabais tú y José al colegio en moto y como presumía de hermanos mayores. Julio, contigo especialmente pase muchos buenos momentos porque vivimos juntos mucho tiempo. Tú me regalaste mi primer coche, ese forfi gris que disfrute tanto y con el que me enseñabas a conducir detrás de casa. También me acuerdo de esas concentraciones en moto, de todas tus lecciones sobre cómo ir de acampada, adiestrar perros, conducir, hacer pulseras con nudos de cuerda, tallar madera, incluso aquella guitarra eléctrica con forma de flecha que construimos entre los dos. Está claro que eras todo un inventor, siempre ideando algo para construir o tunear.
Luego aquí en Corella recuerdo todos los paseos que compartimos con Gordi y Asti en el campo, cuando me enseñabas como corrían y cazaban conejos. O aquel ciervo que vimos juntos detrás de la caseta.
Julio, no tengo palabras para describir el vacío que dejas en todos nosotros. Te voy a echar de menos el resto de mi vida. Esto no debía haber pasado, eres demasiado joven al igual que José Luis. Sé que siempre estuvisteis muy unidos y que erais inseparables, pero es demasiado pronto para reunirte con él, yo quería a mi hermano Julio aquí, disfrutando de nuestros padres y sobrinos. Los aitas están destrozados, no solo han perdido a su segundo hijo pero a su compañero de viaje inseparable, Joseba tenía un buen compañero contigo, Oihane quería seguir celebrando cumpleaños contigo, para Jonathan eras el único tío que le quedaba y Lucas apenas te ha visto un par de veces y necesitaba que le enseñases esas lecciones de judo como lo hiciste conmigo.
Julio, PERDON, perdón por no estar a tu lado en este momento. Tú y José Luis debéis estar en el cielo pensando que sigo siendo ese pato mareado que nunca llega a tiempo.
Y Julio, hermano, no te he dicho esto recientemente, TE QUIERO, TE QUIERO MUCHISIMO. Por favor, no lo olvides TE QUIERO.