Array ( [Obituary] => Array ( [id] => 632847 [company_id] => 13887 [prefix] => El Señor Don [name] => Antonio Hernández Segura [what] => [age] => 50 [body] => La ceremonia tendrá lugar en la Parroquia San Roque de Almería, el día 4 de Septiembre de 2013 a las 20:30 h. 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Betania era un pueblecito ubicado a tres kilómetros (dos millas) de Jerusalén (Juan 11:18). Allí tuvo lugar un hecho lamentable unas semanas antes de la muerte de Jesús. Lázaro, amigo íntimo del Maestro, enfermó repentinamente y falleció. Cuando Jesús se enteró de la noticia, les dijo a sus discípulos que Lázaro estaba dormido y que iba a ir a despertarlo (Juan 11:11). Pero al ver que no le habían entendido, les dijo directamente: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:14). Cuatro días después del entierro, Jesús llegó a Betania y buscó a Marta, la hermana del difunto, para consolarla. “Si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto”, le dijo ella (Juan 11:17, 21). “Yo soy la resurrección y la vida —respondió Jesús—. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir.” (Juan 11:25.) A fin de probar que no estaba prometiendo un imposible, Jesús se acercó a la tumba y gritó: “¡Lázaro, sal!” (Juan 11:43). Entonces, para el asombro de los presentes, Lázaro salió del sepulcro. 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Betania era un pueblecito ubicado a tres kilómetros (dos millas) de Jerusalén (Juan 11:18). Allí tuvo lugar un hecho lamentable unas semanas antes de la muerte de Jesús. Lázaro, amigo íntimo del Maestro, enfermó repentinamente y falleció. Cuando Jesús se enteró de la noticia, les dijo a sus discípulos que Lázaro estaba dormido y que iba a ir a despertarlo (Juan 11:11). Pero al ver que no le habían entendido, les dijo directamente: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:14). Cuatro días después del entierro, Jesús llegó a Betania y buscó a Marta, la hermana del difunto, para consolarla. “Si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto”, le dijo ella (Juan 11:17, 21). “Yo soy la resurrección y la vida —respondió Jesús—. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir.” (Juan 11:25.) A fin de probar que no estaba prometiendo un imposible, Jesús se acercó a la tumba y gritó: “¡Lázaro, sal!” (Juan 11:43). Entonces, para el asombro de los presentes, Lázaro salió del sepulcro. 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Vista así, la muerte pierde todo su misterio y no tiene ya por qué aterrorizarnos. “SI UN HOMBRE [...] MUERE, ¿PUEDE VOLVER A VIVIR?” Aunque a todos nos agrada tener una buena noche de descanso, ¿quién querría dormir para siempre? ¿Hay esperanza de que los muertos que duermen en sus tumbas vuelvan a vivir tal como Lázaro y la hija de Jairo? El patriarca Job hizo la siguiente pregunta cuando se sintió cerca de la muerte: “Si un hombre [...] muere, ¿puede volver a vivir?” (Job 14:14). Dirigiéndose al Todopoderoso, Job respondió su propia pregunta: “Tú me llamarás, y yo te responderé; desearás ver la obra de tus manos” (Job 14:15, Nueva Versión Internacional). Este hombre fiel estaba seguro de que Jehová deseaba traerlo de vuelta a la vida. ¿Se estaría engañando? No, en absoluto. Las resurrecciones realizadas por Jesús son prueba clara de que Dios le ha dado poder sobre la muerte. De hecho, la Biblia afirma que Jesús tiene en la mano “las llaves de la muerte” (Revelación 1:18). Con ellas abrirá las puertas del sepulcro, tal como ordenó que se removiera la roca que cerraba la tumba de Lázaro. La Biblia menciona vez tras vez la promesa de la resurrección. Por ejemplo, un ángel le aseguró al profeta Daniel: “Descansarás, pero te pondrás de pie para tu porción al fin de los días” (Daniel 12:13). Jesús les dijo lo siguiente a los saduceos, líderes religiosos que no creían en la resurrección: “Están equivocados, porque no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios” (Mateo 22:23, 29). Y el apóstol Pablo afirmó: “Tengo esperanza en cuanto a Dios [...] de que va a haber resurrección así de justos como de injustos” (Hechos 24:15). ¿CUÁNDO DESPERTARÁN LOS MUERTOS? ¿Cuándo tendrá lugar esta resurrección de justos y de injustos? “Al fin de los días”, como le dijo el ángel a Daniel. Eso es lo que creía Marta: que su hermano se levantaría “en el último día” (Juan 11:24). La Biblia relaciona este “último día” con el reinado de Jesús. Pablo escribió: “[Cristo] tiene que reinar hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada” (1 Corintios 15:25, 26). Esta es una poderosa razón para pedirle a Dios que venga su Reino y se haga su voluntad en la Tierra.* Como bien sabía Job, Dios quiere resucitar a los muertos. Cuando llegue ese día, la muerte realmente desaparecerá, y nunca, nunca nadie más tendrá que preguntarse: “¿Acaba todo al morir?”. De hecho, la palabra cementerio proviene de una palabra griega que significa “lugar de descanso”. La muerte es como un sueño profundo “Haz brillar mis ojos, sí, para que no me duerma en la muerte.” (Salmo 13:3.) “‘Nuestro amigo Lázaro está descansando, pero yo me voy allá para despertarlo del sueño’. Por lo tanto los discípulos le dijeron: ‘Señor, si está descansando, recobrará la salud’. 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Cuando nuestro señor Jesucristo estuvo en la tierra prometió la vida eterna, pero tenemos esa esperanza y también promesa que se realizará. lo que prometió nuestro señor Jesucristo que dio su vida por toda la humanidad, por favor lea estas líneas,y si puede en la Biblia que usted tenga lea estos textos y estas palabras lo consolarán lo que sigue es parte del relato de Lázaro y así empieza Betania era un pueblecito ubicado a tres kilómetros (dos millas) de Jerusalén (Juan 11:18). Allí tuvo lugar un hecho lamentable unas semanas antes de la muerte de Jesús. Lázaro, amigo íntimo del Maestro, enfermó repentinamente y falleció. Cuando Jesús se enteró de la noticia, les dijo a sus discípulos que Lázaro estaba dormido y que iba a ir a despertarlo (Juan 11:11). Pero al ver que no le habían entendido, les dijo directamente: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:14). 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Poco después de decir esto Jesús vio una procesión funeraria que salía de la ciudad israelita de Naín. El joven que había muerto era el hijo único de una viuda. Al contemplar su gran pesar, Jesús se enterneció; y dirigiéndose al cuerpo sin vida, le ordenó: “Joven, yo te digo: ¡Levántate!”. Y el joven se incorporó y Jesús se lo dio a su madre. (Lucas 7:11-17.)por favor lea esta promesa Al igual que en el caso de esa viuda, también hubo un gran éxtasis cuando Jesús estuvo en el hogar de Jairo, el presidente de la sinagoga judía. Su hija de doce años había muerto. Al llegar Jesús a la casa de Jairo, se dirigió a donde estaba la niña muerta y le dijo: “Muchacha, ¡levántate!”. ¡Y se levantó! (Lucas 8:40-56.) Posteriormente murió Lázaro, un amigo de Jesús. Cuando Jesús llegó a su casa, hacía cuatro días que Lázaro había muerto. Aunque estaba muy apesadumbrada, su hermana Marta expresó su esperanza diciendo: “Yo sé que se levantará en la resurrección en el último día”. Pero Jesús fue a la tumba, ordenó que quitaran la piedra y clamó: “¡Lázaro, sal!”. ¡Y salió! (Juan 11:11-44.) Es cierto que esos milagros de Jesús sólo tuvieron un beneficio temporal, ya que las personas a quienes resucitó volvieron a morir. Sin embargo, él probó hace mas de 2000 años que, con el poder de Dios, ¡los muertos verdaderamente pueden volver a vivir! De modo que mediante sus milagros Jesús demostró en pequeña escala lo que sucederá en la Tierra bajo el Reino de Dios. Cuando se haga la voluntad de Dios aquí en la tierra como dice Mateo 6:9,10 “Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ” ‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra. 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Allí tuvo lugar un hecho lamentable unas semanas antes de la muerte de Jesús. Lázaro, amigo íntimo del Maestro, enfermó repentinamente y falleció. Cuando Jesús se enteró de la noticia, les dijo a sus discípulos que Lázaro estaba dormido y que iba a ir a despertarlo (Juan 11:11). Pero al ver que no le habían entendido, les dijo directamente: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:14). Cuatro días después del entierro, Jesús llegó a Betania y buscó a Marta, la hermana del difunto, para consolarla. “Si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto”, le dijo ella (Juan 11:17, 21). “Yo soy la resurrección y la vida —respondió Jesús—. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir.” (Juan 11:25.) A fin de probar que no estaba prometiendo un imposible, Jesús se acercó a la tumba y gritó: “¡Lázaro, sal!” (Juan 11:43). Entonces, para el asombro de los presentes, Lázaro salió del sepulcro. Ya antes, Jesús había resucitado por lo menos a dos personas. Una de ellas fue la hija de Jairo, y también en esa ocasión dijo que la niña estaba dormida (Lucas 8:52). Nos consuela saber que los muertos no están sufriendo; están dormidos en su tumba. Vista así, la muerte pierde todo su misterio y no tiene ya por qué aterrorizarnos. Por eso es importante que tengamos fe en esa promesa Porque sabemos que eso no es un sueño todas esas promesas se cumplirán con certeza estas son unas pocas palabras que espero le ayuden a llevar su dolor. Si usted desea más información por favor visite el sitio www.jw.org/es [name] => Fernando toledo [ip] => 71.95.101.91 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2014-06-15 16:56:34 [modified] => 2014-06-15 16:56:34 [condolence_type] => 0 [is_free] => 0 ) [7] => Array ( [id] => 205056 [obituary_id] => 632847 [user_id] => 112559 [body] => Estoy escribiendo esta condolencia para darle mi más sentido pésame y sé que usted y su familia están pasando por el dolor de perder un ser querido, pero tenemos la esperanza de volverlos a ver. Porque esa es la promesa que tenemos de parte de Dios por eso le escribo las siguientes palabras y textos, que se encuentran en las sagradas escrituras por favor lea estas palabras para que Ud. Vea esa promesa empezando con la resurrección de lázaro ¡La muerte no es el fin! Betania era un pueblecito ubicado a tres kilómetros (dos millas) de Jerusalén (Juan 11:18). Allí tuvo lugar un hecho lamentable unas semanas antes de la muerte de Jesús. Lázaro, amigo íntimo del Maestro, enfermó repentinamente y falleció. Cuando Jesús se enteró de la noticia, les dijo a sus discípulos que Lázaro estaba dormido y que iba a ir a despertarlo (Juan 11:11). Pero al ver que no le habían entendido, les dijo directamente: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:14). Cuatro días después del entierro, Jesús llegó a Betania y buscó a Marta, la hermana del difunto, para consolarla. “Si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto”, le dijo ella (Juan 11:17, 21). “Yo soy la resurrección y la vida —respondió Jesús—. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir.” (Juan 11:25.) A fin de probar que no estaba prometiendo un imposible, Jesús se acercó a la tumba y gritó: “¡Lázaro, sal!” (Juan 11:43). Entonces, para el asombro de los presentes, Lázaro salió del sepulcro. Ya antes, Jesús había resucitado por lo menos a dos personas. Una de ellas fue la hija de Jairo, y también en esa ocasión dijo que la niña estaba dormida (Lucas 8:52). Nos consuela saber que los muertos no están sufriendo; están dormidos en su tumba. Vista así, la muerte pierde todo su misterio y no tiene ya por qué aterrorizarnos. Por eso es importante que tengamos fe en esa promesa Porque sabemos que eso no es un sueño todas esas promesas se cumplirán con certeza estas son unas pocas palabras que espero le ayuden a llevar su dolor. 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Allí tuvo lugar un hecho lamentable unas semanas antes de la muerte de Jesús. Lázaro, amigo íntimo del Maestro, enfermó repentinamente y falleció. Cuando Jesús se enteró de la noticia, les dijo a sus discípulos que Lázaro estaba dormido y que iba a ir a despertarlo (Juan 11:11). Pero al ver que no le habían entendido, les dijo directamente: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:14). Cuatro días después del entierro, Jesús llegó a Betania y buscó a Marta, la hermana del difunto, para consolarla. “Si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto”, le dijo ella (Juan 11:17, 21). “Yo soy la resurrección y la vida —respondió Jesús—. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir.” (Juan 11:25.) A fin de probar que no estaba prometiendo un imposible, Jesús se acercó a la tumba y gritó: “¡Lázaro, sal!” (Juan 11:43). Entonces, para el asombro de los presentes, Lázaro salió del sepulcro. Ya antes, Jesús había resucitado por lo menos a dos personas. Una de ellas fue la hija de Jairo, y también en esa ocasión dijo que la niña estaba dormida (Lucas 8:52). Nos consuela saber que los muertos no están sufriendo; están dormidos en su tumba. Vista así, la muerte pierde todo su misterio y no tiene ya por qué aterrorizarnos. Por eso es importante que tengamos fe en esa promesa Porque sabemos que eso no es un sueño todas esas promesas se cumplirán con certeza estas son unas pocas palabras que espero le ayuden a llevar su dolor. Si usted desea más información por favor visite el sitio www.jw.org/es [name] => olga m toledo [ip] => 71.95.101.91 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2014-07-06 02:15:08 [modified] => 2014-07-06 02:15:08 [condolence_type] => 0 [is_free] => 0 ) ) )
El Señor Don Antonio Hernández Segura

Falleció el día 04-09-2013
en Almería a los 50 años


La ceremonia tendrá lugar en la Parroquia San Roque de Almería, el día 4 de Septiembre de 2013 a las 20:30 h.

Esquelas-online-difuntos-fallecidos-rememori-flores a Antonio Hernández Segura
Esquelas-online-difuntos-fallecidos-rememori-velas a Antonio Hernández Segura

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