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Dios dice en su palabra que "es mejor ir a la casa de duelo que a la casa donde hay fiesta ...porque los que están vivos deben reflexionar en eso". Y es así, las personas que están de duelo son las que realmente necesitan que estemos con ellos.Tambien, cuando nos enfrentamos a la realidad de la muerte reflexionamos en lo corta que es la vida y nos preguntamos, por qué tenemos que sufrir tanto? Y otros muchos porqués que no parecen tener respuesta. Sin embargo la Biblia contiene esas respuestas. Ahora vendran días muy duros y muy difíciles de sobrellevar, pero le animamos a acercarse a Dios, él puede ser una fuente de consuelo y ánimo. Nos puede dar "el poder mas allá de lo normal" para soportar el sufrimiento de la perdida. Cuando tenga la oportunidad de hablar con un Testigo de Jehová que lo visite o que conozca pídale que le muestre con la Biblia las maravillosas promesas de Dios para nuestros seres queridos que han muerto. 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[name] => Herlinda Guadalupe Leal Torres [ip] => 187.160.12.20, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-13 17:05:54 [modified] => 2020-05-14 16:07:30 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [7] => Array ( [id] => 539121 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144767 [body] => Hola, me llamo Dámaris, no nos conocemos pero sí puedo entender el dolor que puede sentir al perder un ser querido. El vacío y los recuerdos que deja la persona provoca un sentimiento doloroso que a veces nos ahoga. Mi objetivo de ponerme es poder llegarle unas palabras de consuelo que podemos encontrar en la Biblia, un libro antiguo pero útil en nuestros días. Se encuentra en Isaías 41:10 y dice: “No tengas miedo, porque estoy contigo. No te angusties, porque yo soy tu Dios. Yo te daré fuerzas. Sí, yo te ayudaré. Con mi mano derecha de justicia, de veras te sostendré”. Podemos estar seguros de que si buscamos el consuelo de Dios nos ayudará en los momentos difíciles. Aunque crea que solo usted conoce su dolor y su aflicción, lo cierto es que a Dios le importa cada persona y consuela con ternura a todos los que lo buscan con sinceridad. Espero que estas palabras le ayuden como a mí también me ayudan. Con mis mejores deseos, le hago llegar un sincero abrazo. [email protected] [name] => Dámaris [ip] => 95.169.224.215, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-13 18:05:02 [modified] => 2020-05-14 16:07:30 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [8] => Array ( [id] => 539182 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144099 [body] => Hola mi nombre es José María: En primer lugar, expresar mis condolencias a los familiares de MARIA PILAR. 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Un saludo de un amigo: JOSE MARIA [name] => JOSE MARIA RODRIGUEZ [ip] => 188.77.198.216, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-13 18:05:53 [modified] => 2020-05-14 16:07:30 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [9] => Array ( [id] => 539246 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144493 [body] => Hay tristeza cuando ocurre la muerte de un ser querido? Por supuesto, es humano y natural sentir dolor, y no debemos avergonzarnos de exteriorizar nuestros sentimientos. La muerte de un ser querido representa una pérdida traumática que sentimos profundamente.Terminan súbitamente y de modo trágico años, o quizás décadas, de compañerismo estrecho y amistad.Pero ¿qué pudiera aliviar el dolor que se siente en esas circunstancias? Dios ayuda a sus siervos a soportar el dolor extremo que causa la pérdida de unser querido. Su Palabra dice que habrá una resurrección...”Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir? Todos los días de mi trabajo obligatorio esperaré, hasta que llegue mi relevo. Tú llamarás, y yo mismo te responderé. Por la obra de tus manos sentirás anhelo”. (Job 14:13-15.) . Le adjunto un enlace donde encontrará ayuda siempre que la necesite. https://bit.ly/ Por otro lado quiero que cuente conmigo , aunque no me conozca, ,que le escucharé siempre que necesite hablar. ( 610 802 766) Y recuerde... “ Uno puede creer ahora que nunca se sentirá mejor, pero no es cierto.Le aseguro que volvera a ser feliz y saber esto ,creerlo de verdad ,le hará sentir menos desdichado ahora.” Un abrazo. 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Así es, la palabra de Dios enseña que los que están hoy en las tumbas en el futuro cercano, cuando la tierra este bajo la gobernación divina, los que hayan fallecido Volverán a vivir en la tierra hecha un paraíso como al principio. Además, la Biblia asegura que bajo el Reino de Dios "la muerte y el lamento ya no serán"(Revelación 21:4) Quizás se pregunte como se cumplirán estas promesas bíblicas. 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Dios mismo estará con ellos. 4 Y les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido”. En la pag web JW.ORG encontrará más información animadora. Para cualquier duda se puede poner en contacto conmigo en el correo : [email protected] Me despido con mis mas sinceras condolencias. [name] => Tamar [ip] => 80.31.130.205, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-16 10:05:45 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [18] => Array ( [id] => 539800 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144831 [body] => Primero quiero expresar mi pésame por el fallecimiento de su familiar. 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Atentamente y para servirle LUIS RODRíGUEZ HOSPITALET, BARCELONA [email protected] [name] => Luis Rodriguez [ip] => 85.219.29.44, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-16 11:05:29 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [19] => Array ( [id] => 539841 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144325 [body] => Estimada familia de señora María Pilar Varona, he sabido de la pérdida de su familiar y lamentó mucho el dolor por el que están pasando. Pienso que la muerte es una de las causas de más sufrimiento en este mundo, mi intención es llevarles unas palabras de consuelo y apoyo. ¿Piensan que las personas que han fallecido podrán volver a vivir? La Biblia dice en Hechos 24:15 que va haber una resurrección. ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO PARA NOSOTROS.? Nos da consuelo y esperanza, ya que nos asegura de que la muerte no es el fin de todo y nos libra del temor obsesivo de ella. Aunque sabemos que es una situación muy dolorosa y difícil de superar, espero que mis palabras les hayan servido de algún consuelo. En la página web citada al pie de está carta encontrarán más información acerca de la esperanza que Dios nos da sobre la muerte. www.jw.org [name] => Estefania [ip] => 37.134.83.246, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-16 12:05:49 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [20] => Array ( [id] => 539887 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144847 [body] => Estimada familia varona: Mi nombre es Rebeca, a pesar de que no los conozco recientemente también he perdido a seres queridos. 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Mando un abrazo muy fuerte para la familia y amigos,y se necesita hablar d ello le dejo mi correo electrónico Fd: Rebeca [name] => Rebeca Maldonado campos [ip] => 84.79.241.117, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-16 12:05:06 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [21] => Array ( [id] => 539942 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144765 [body] => Estimada familia, mi nombre es Mary Doria, y quisiera extenderles mi mas sentido pésame, se lo digicil que es sobrellevar una situacion tan dolorosa, pero me gustria compartirles una promesa que en lo personal me da consuelo. Hechos 24:15 dice.. “ Va a haber resurrección “ Pensar en esta esperanza es una manera de consolarnos cuando perdemos a un ser querido. Nuestro Dios Jehová lo prometió y lo cumplirá. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. 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También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. 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También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. 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Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. 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La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. 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La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. 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Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. 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La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. 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La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. Determinadas fotografías, canciones o incluso olores pueden hacer saltar las lágrimas. Un estudio científico que se realizó del duelo describió el proceso de la aflicción de la siguiente forma: “Los dolientes pueden experimentar cambios drásticos y repentinos de su estado emocional, y el deseo de evitar cualquier recuerdo del difunto puede alternarse con un esfuerzo deliberado por cultivar tales recuerdos durante un tiempo”. Tenga presente las preciadas promesas de Jehová. (Filipenses 4:8, 9.) Sea comprensivo con los demás: Trate de ser paciente con los demás. Comprenda que la situación es embarazosa para ellos. Por no saber qué decir, quizás digan cosas inoportunas. (Colosenses 3:12, 13.) Absténgase de ingerir medicamentos o alcohol para contrarrestar la pena: El alivio que pueda sentir con los medicamentos o el alcohol es solo temporal. Medíquese únicamente bajo la supervisión de un médico. Sin embargo, tenga cuidado porque hay muchos fármacos que crean adicción. También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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También se debe tener en cuenta que estos pueden retardar el proceso de la aflicción. Cierto patólogo advierte: “La tragedia tiene que soportarse, sufrirse y finalmente asimilarse; pero si esto se retrasa indebidamente insensibilizando a la [persona] con drogas, el proceso se puede prolongar o distorsionar”. Medite en los magníficos propósitos de Jehová y obtendrá alivio duradero. (Salmo 1:2; 119:97.) Vuelva a su actividad diaria: Al principio tal vez tenga que hacer un esfuerzo para ir a trabajar, ir de compras o realizar otras tareas. Pero posiblemente descubra que le beneficia seguir su programa habitual de actividades. Manténgase ocupado efectuando obras cristianas. (Compárese con 1 Corintios 15:58.) No tema que le desaparezca el dolor intenso: Por extraño que parezca, algunos dolientes temen dejar de sentir un pesar profundo, pues creen que ello indicaría que su amor por el fallecido está disminuyendo. No es así. La desaparición del dolor da paso a recuerdos valiosos que sin duda conservará para siempre. (Eclesiastés 3:1, 4.) No se inquiete excesivamente: Puede que se pregunte: ‘¿Qué va a ser de mí?’. La Biblia aconseja que no nos preocupemos por el día siguiente. “Vivir concentrándome más en el día presente me ayuda mucho”, explica cierta viuda. Jesús dijo a sus discípulos: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes”. (Mateo 6:25-34.) Esperamos que le guste esta información que está basada en la biblia, si desea leer más información no dude en visitar nuestra página web JW. ORG Una saludo, Gabriela. 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Entienda que esa podría ser su manera de mostrar cómo se sienten; quizás no encuentran las palabras precisas para decírselo. (Proverbios 18:24.) Cuide su salud: La aflicción puede causarle un gran desgaste, sobre todo al principio. Su cuerpo necesita más que nunca descanso suficiente, ejercicio sano y una alimentación adecuada. Sería conveniente que su doctor de cabecera le realizara un reconocimiento general periódicamente. Aplace las decisiones importantes: Es preferible que no tome decisiones como vender la casa o cambiar de trabajo hasta que pueda pensar con mayor claridad. (Proverbios 21:5.) Una viuda contó que varios días después de la muerte de su esposo regaló muchas pertenencias de él, y que luego se dio cuenta de que se había desprendido de valiosos recuerdos. Sea paciente consigo mismo: La aflicción normalmente dura más de lo que la mayoría de la gente cree. Las fechas que traen recuerdos de la persona querida muerta reavivan el dolor año tras año. 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Con mucho cariño: Rafael Bejarano [name] => Rafael Bejarano [ip] => 37.133.157.113, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-21 13:05:38 [modified] => 2020-05-22 11:08:14 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [86] => Array ( [id] => 541203 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144178 [body] => Lamento enormemente la prisa de Dona María del Pilar, imagino el dolor tan inmenso que deben estar pasando. Me gustaría compartir con ustedes un mensaje bíblico que a mí me ayudó mucho,las resurrecciones que realizó Jesús cuando estuvo en la Tierra fueron un anticipo de lo que hará cuando sea Rey del Reino de Dios. Durante su gobierno celestial sobre la Tierra, les devolverá la vida a los seres humanos que estén dormidos en la “sepultura” de la humanidad, un lugar simbólico. Por eso fue que dijo: “Yo soy la resurrección”. 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Dios mismo estará con ellos. 4 Y les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido" . En la página web jw.org de acceso gratuito encontrará mas información animadora . Me despido con mis más condolencias . FLOR MAJOS [name] => Flor Majos [ip] => 92.189.164.211, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-22 10:05:18 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [88] => Array ( [id] => 541293 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144945 [body] => Estimada familia, Lo sentimos mucho la pérdida de su ser querido. Se que en estos momentos ninguna palabra de consuelo es suficiente. Por eso me gustaría mostrarles una bonita esperanza que nos da dios en su palabra la biblia. En apocalipsis 21 : 3, 4 " Luego oí una voz fuerte que salía del trono y decía: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad. Él residirá con ellos y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. 4 Y les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido" . En la página web jw.org de acceso gratuito encontrará mas información animadora . Me despido con mis más condolencias . FLOR MAJOS [name] => Flor Majos [ip] => 92.189.164.211, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-22 11:05:19 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [89] => Array ( [id] => 541298 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144529 [body] => Buenos dias familia Varona. Se que no me conocen pero me gustaría darles mis condolencias en estos momentos tan difíciles. Quisiera compartir compartir con ustedes una promesa maravillosa que pasará en el futuro está en la Biblia en el libro Apocalipsis 21:3,4 "Dios [...] limpiara toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado," [name] => Elizabeth Vallejos [ip] => 185.13.106.220, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-22 11:05:18 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [90] => Array ( [id] => 541299 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144529 [body] => Buenos dias familia Varona. Se que no me conocen pero me gustaría darles mis condolencias en estos momentos tan difíciles. 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Él residirá con ellos y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. Y les secará toda lágrima de sus ojos,+ y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido”. "Dios está cerca de los que tienen el corazón destrozado;salva a los que están hundidos en el desánimo." Mucho ánimo y fuerza. [name] => Evelyn [ip] => 92.190.28.77, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-23 11:05:55 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [93] => Array ( [id] => 542162 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 143965 [body] => Sabemos que en momentos como éstos ninguna palabra es suficiente. Recibid nuestras más sinceras condolencias y nos gustaría compartirle un texto esperanzador: “Y tengo esperanza en Dios, esperanza que también tienen estos hombres, de que va a haber una resurrección …” (Hechos 24:15). Igualmente nos gustaría compartir con usted una información que puede ayudarle a llevar la pérdida: https://www.jw.org/es/biblioteca/libros/cuando-muere-ser-querido/. Deseamos de todo corazón, que nuestras palabras le sirvan de consuelo y ayuda en estos momentos tan difíciles. [name] => MARCELO Y CLARENA [ip] => 109.111.120.130, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-24 19:05:35 [modified] => 2020-05-25 09:28:12 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [94] => Array ( [id] => 542336 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 145122 [body] => Lamento muchísimo la pérdida de su familiar. Imagino que son momentos duros y difíciles. Solo quería transmitirles mucho ánimo y apoyo y poder compartir con ustedes una esperanza que a mi personalmente me da mucho consuelo, lo podemos encontrar en la Biblia, en el libro de Hechos 24:15 “Y tengo esperanza en Dios, esperanza que también tienen estos hombres, de que va a haber una resurrección tanto de justos como de injustos”. Dios promete y siempre cumple su palabra. Puede encontrar más información en jw.org Reciba mi más cálido abrazo. [name] => Abril [ip] => 31.177.99.87, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-25 18:05:25 [modified] => 2020-05-26 10:54:33 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [95] => Array ( [id] => 542783 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 145179 [body] => Escribo primeramente para darles mi más sentido pésame por la pérdida de su ser amado. Sin importar las circunstancias, nunca estamos preparados para algo así, y por ello buscamos consuelo de diferentes maneras. Por ello, quisiera compartir con usted lo que la Biblia nos dice respecto a la esperanza, en la 2da carta a los Corintios, capitulo 1, versos 3 y 4: "Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo.4 Él nos consuela en todas nuestras pruebas para que nosotros podamos consolar con el consuelo que recibimos de Dios a los que están sufriendo cualquier clase de prueba." ¿Notamos cómo Dios ofrece alivio en cualquier situación en que nos encontremos? Pero, ¿cómo nos consuela Dios? A continuación comparto un enlace a un artículo que da la respuesta https://www.jw.org/finder?wtlocale=S&docid=502017858&srcid=share Espero tengan oportunidad de buscarlo, y así tal vez encontrar consuelo. Que Dios les siga dando fuerza en estos momentos. Atte Ruth Doria [name] => Ruth Doria [ip] => 187.160.13.93, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-27 17:05:48 [modified] => 2020-05-28 16:09:38 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [96] => Array ( [id] => 543750 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 145091 [body] => Lamento su perdida, la muerte es algo que nos causa mucho dolor. Pero la Biblia nos da una esperanza en Apocalipsis 21:4: La muerte ya no existirá. Dios siente un profundo anhelo por eliminarla y lo hará por medio de la resurrección y la nueva vida en un paraíso. También me gustaría animarle a visitar la página de internet jw.org donde encontrará más información consoladora. Mucho ánimo! 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Orar a Dios para expresar nuestros sentimientos nos ayuda y Él puede usar su poder para consolarnos, si desea más información sobre ésta esperanza visite jw.org [name] => Francisco [ip] => 95.169.229.39, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-05-30 11:05:28 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [98] => Array ( [id] => 544336 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 145271 [body] => Me gustaría darle un mensaje de ánimo y esperanza en este momento tan difícil, se encuentra en Hechos 24:15 " Va a haber resurrección " Un cordial saludo y un fuerte abrazo [name] => Pepi Latorre [ip] => 88.148.112.7, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-06-02 10:06:31 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [99] => Array ( [id] => 545275 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144732 [body] => Las palabras sirven de poco cuando uno experimenta la muerte de un ser querido , por eso deseo expresar a toda la familia mis mas sinceras condolencias mediante el consuelo y ánimo que nos dan las Santas escrituras .Jesus dijo (Juan 11:25) "Yo soy la Resurrección y la Vida, el que demuestre fe en mi, aunque muera, llegara a vivir" es una maravillosa promesa que esperamos para el futuro en un mundo libre de sufrimientos, enfermedades y muerte. Atte, Beatriz [name] => Beatriz [ip] => 90.74.141.131, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 0 [reviewed_by_admin] => 0 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-06-06 13:06:01 [modified] => 0000-00-00 00:00:00 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) [100] => Array ( [id] => 545443 [obituary_id] => 1169449 [user_id] => 144627 [body] => Espero en Dios que ya se encuentren mas tranquilos por la perdida de su ser querido Solo quiero compartir un mensaje consolador con relación a nuestros seres queridos que duermen en la muerte .Palabras del señor Jesús en el Evangelio de Juan 5.28 y 29 y Hechos 24 :15 Si desea mas información visite nuestro sitio www.jw.org Sobre el tema de la Resurrección. 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Atentamente, [name] => Ely Possamai [ip] => 191.116.51.57, 35.186.194.202 [visible] => 0 [confirmed_by_user] => 1 [reviewed_by_admin] => 1 [informed_to_user] => 0 [created] => 2020-07-01 17:07:51 [modified] => 2020-07-02 10:56:36 [condolence_type] => 1 [is_free] => 0 ) ) )

Maria Pilar Varona Huidobro

Falleció
en L' Hospitalet de Llobregat a los 57 años